En el área de cobertura de nuestro boletín el manto estaba bien estabilizado, con varias costras de rehielo en su estructura y es muy escaso y fino para la época. En la zona media hubo una pérdida grande de cobertura de nieve debido al calor y las lluvias, así como el la parte baja de la zona alpina. En estas bandas de altura encontrábamos la nieve distribuida en lugares específicos que favorecen la acumulación, mientras que el suelo estaba descubierto en los lugares menos favorables para acumular nieve y en todo el terreno más expuesto a la radiación solar antes de esta última nevada.

Sobre ese manto, se produjeron nuevas acumulaciones desde el jueves pasado, producto de precipitaciones y viento del oeste con velocidades que favorecieron mucho el transporte de nieve hacia las pendientes protegidas, generando la formación y crecimiento de placas de viento que en lugares aislados de la zona alpina llegaron a ser grandes. Estas placas de viento se mostraron sensibles apenas se formaron y fueron ganando estabilidad con el paso del tiempo.

Ayer se generaron nuevas acumulaciones en la zona alpina y en la zona media, combinación de precipitaciones que comenzaron como nieve en la zona media y terminaron como lluvia hasta prácticamente las cimas. Esto generó primero un aumento en la sensibilidad de las placas de viento que se habían formando, luego un marcado asentamiento y finalmente, con la baja de temperaturas de esta madrugada la estabilización del manto. En la zona media se perdió nuevamente gran parte de la cobertura.

Juan Pablo López– CIAv